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P. Jorge
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©2005 BioMaxi
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Thief of Time![]() Creo que hay quienes creen que el tiempo en realidad no existe, sino que lo que hay es un conjunto de universos estáticos. Algunos de estos universos contienen descripciones de otros universos en "un momento anterior" y es el orden así impuesto el que genera la sensación de sucesión temporal. Pos bueno, pos fale. El problema es qué considerar como descripción de otros universos (¿descripciones completas? ¿qué tipo de descripciones? ¿qué pasa si ese otro universo descrito tiene a su vez descripciones de otros universos? ¿estamos hablando de una serie potencialmente infinita de universos contenidos en universos contenidos en....? ¿es el mundo una infinita serie de muñecas rusas y el paso del tiempo sea el encerrar una muñeca dentro de otra mayor?). En Mundodisco las descripciones son los recuerdos. Una postura filosófica sobre el Yo nos dice que tú no eres la misma persona que cuando naciste. De hecho no eres la misma persona que antes de leer esta frase. En un sentido material, eso es cierto: tus átomos antes eran moléculas en la atmósfera o en una hamburguesa y a saber por cuántas tripas habrá pasado el calcio de tus huesos antes de depositarse ahí. En un sentido "filosófico" tú eres tú porque te acuerdas de que antes tú también eras tú. Es la memoria la que posibilita la percepción de identidad. En Mundodisco el universo se destruye y se crea a cada instante, y cada vez que es creado se crea con seres con recuerdos de otros universos que ya no existen más que en la memoria. En realidad, quizá lo mismo podría decirse de nuestro mundo. Pues este temita tan complicado es el que ha elegido el amigo Terry para 'Thief of Time'. El tiempo pasa a intervalos discretos, existe un intervalo mínimo de tiempo. Y este 'tick' es mensurable. Sólo que al medirlo, el reloj construido para tal efecto parará el propio paso del tiempo. Con mucho, es el libro con el tema más complicado de los que he leído hasta la fecha de Discworld, y eso que ya puedo decir que son casi todos. De hecho es tan complicado que a veces parece que el propio Terry está en apuros y soluciona los nudos argumentales aflojando tensión a base de tijera. Pero tampoco se puede pedir mucha coherencia en un mundo de fantasía y al fin y al cabo, éste es el único género en el que los datos desconocidos no sólo son permitidos sino que se exigen. Efectivamente, el final es de lo más insólito (confieso que me pasé todo el libro intentando averiguar quién era el hijo del Tiempo y qué relación tendría con el quinto jinete del apocalipsis). ¡Ah! Y por si el tema filosófico-metafísico del tiempo (dominado por los monjes y su parodia de los templos tibetanos) no fuera suficiente, el final nos reserva una incursión en una de las teorías matemáticas más fascinantes de los últimos tiempos. Y éste no es el único sentido en que el final es caótico (dominado por Susan y su estilo Scwarzenegger de arreglar los problemas). El caso es que, a pesar de lo rarito que es el argumento, el libro se lee fenomenal (ayer de un tirón, aprovechando la nevada ;-) y es bastante gracioso, especialmente al principio cuando no hay demasiada tensión narrativa acumulada y las bromas son más fáciles; especialmente buena es la inclusión de la escena de la cuchara de Matrix. XD Por cierto, recordad siempre la regla 19: No os olvideis nunca de la regla número 1. 2005-03-04 01:00 | 10 Comentarios Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://biblos.blogalia.com//trackbacks/27635
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